jueves, 16 de octubre de 2008

DOS AÑOS DE AVANZA

Si bien la experiencia de editar material de índole política, económica, cultural o social, como forma de democratizar la información, con este formato tiene unos 5 años; en este número, -el número 48-, es la conclusión de 2 años ininterrumpidos de edición de materiales periodísticos, quincenalmente y de distribución gratuita. Antes que nada queremos hacer algunos agradecimientos: En primer lugar a todos aquellos lectores que con su aporte económico mensual hacen posible que este medio pueda seguirse editando, lo han convertido en el único medio maragato que se distribuye gratis y que actualmente podamos seguir caminando con mucha firmeza; en segundo lugar a aquellas firmas comerciales que han confiado en nosotros, en tercer lugar a todos los medios colegas y periodistas que han dado difusión a nuestros planteos; en cuarto lugar debemos hacer un gran reconocimiento a todos aquellos puestos de distribución que colaboran mucho en que AVANZA pueda ser repartido a todos nuestros amigos lectores; en quinto lugar queremos hacer llegar nuestro abrazo a todos aquellos lectores atentos que edición tras edición esperan la llegada del periódico, a los que nos han enviado material para compartir con el resto de los lectores y también vaya nuestro saludo para aquellos que han manifestado sus discrepancias con nuestros planteos, -porque esa es la virtud da la democracia-, nos permite seguir caminando en común a pesar de tener matices de discrepancias; por último no queremos dejar de agradecer a todos aquellos amigos de la publicación, que además de aportarnos sugerencias, ideas, de hacernos vernos los desaciertos, siguen empujando, hacen llegar el AVANZA a nuevos lectores, lo comentan en reuniones familiares o de amistades y nos dan toda la fuerza que se necesita para seguir adelante. AVANZA, ha seguido creciendo en forma permanente, hoy además de las 500 publicaciones que se editan quincenalmente, hemos creado el AVANZA DIGITAL, publicación editada via e:mail, que con casi 3000 contactos se expande a través de todo el territorio nacional y en países vecinos, y estamos anunciando que en los próximos días estaremos dando a publicidad una audición de radio que estamos compaginando, que estará en al aire muy pronto y que seguirá en la misma línea de lo que se ha trazado desde estas páginas. Nuestras posturas han sido lineales en defensa de la producción nacional, contra la extranjerización de la tierra, las industrias contaminantes, en favor de un medio ambiente sano y saludable, contra el imperialismo y en amparo de un territorio donde los uruguayos podamos vivir mejor. Sostenemos que nuestro país es rico en recursos naturales y además muy propicio para desarrollar políticas económicas solidarias y de bienestar para todos los pobladores. Sin embargo estos tiempos no han sido muy propicios para todos nosotros, seguimos en un período decadente atado a gobernantes que no quieren desprenderse de las políticas neoliberales. Creemos que otro Uruguay es posible, y nos hemos propuesto como meta desde nuestra humilde condición buscar caminos de militancia y concientización, porque nos debemos a la historia de nuestra generación y a las generaciones futuras.
La Redacción

Si sos joven... vas a la cárcel

El pasado 2 de octubre el diario Primera Hora de San José, titulaba “74% de los encarcelados en San José durante setiembre no supera los 30 años”. Esta cifra que es un fuerte indicador del deterioro social que hoy viven nuestras sociedades marca con claridad las huellas que deja este modelo económico neoliberal, adoptado primero por los partidos tradicionales y profundizado por el actual gobierno.


El mismo periódico indica más adelante datos más precisos y más angustiantes, “... de los procesados con prisión, la mitad tienen de 20 a 25 años”, pero además casi un 15% de los mismos no tiene 20 años cumplidos. Estas cifras, que son reales, son claros señaladores del deterioro marginal que ha generado este modelo económico en nuestra población. Crecen los cinturones de pobreza y cada día son más los jóvenes excluidos del sistema. Muy probablemente en unos seis meses nuestro país entre en una nueva crisis, producto de los efectos de las caídas económicas en Europa, en Estados Unidos y Asia que van a terminar provocando una gran brete económico en América Latina. Todos los gobiernos de la región que ponen su énfasis en el mercado mundial, -según señalan diferentes analistas-, van a sufrir enormes pérdidas. Y estas crisis volverán a caer sobre las franjas más desprotegidas y sobre los empleados y obreros ya que se recortarán los gastos sociales y económicos. Estos gobernantes que han dejado de lado el desarrollo interno, para poner énfasis en las inversiones extranjeras y países muy integrados a los mercados que están cayendo, van a ser profundamente afectados. Quizás solo así comprendamos como población el fracaso total de la política de mercado. Las crisis son cada vez más cercanas en el tiempo y nuestras economías atadas al neoliberalismo, sucumben junto con el modelo. Consecuencia de ello nuevas franjas se caerán del sistema. Al no haber desarrollo interno, ni fomento de la producción nacional, no quedan industrias ni fábricas nacionales, y el campo, -nuestra principal riqueza, ha pasado en porcentajes alarmantes a manos extranjeras. En ese espacio hay muy poco para ofrecerle a nuestra juventud y las actuales conducciones económicas o dentro de las teorías de desarrollo de los principales sectores políticos del país, tampoco se vislumbra un cambio de timón. Es la actual situación un problema de la sociedad toda. La mayoría de los presos son víctimas de haber venido al mundo a venir a formar parte de la clase social olvidada. Gobierno tras gobierno ignoró el tema, profundizó el modelo económico, y ahora que ven la bomba de tiempo, se rascan la cabeza. El problema será más agudo en los tiempos y generaciones venideras, y es imprevisible las situaciones futuras. Hoy tenemos, además de las cárceles para aquellos que delinquen, una suerte de prisión en nuestros hogares. Rejas, alarmas, guardias de seguridad pululan en los centros poblados, en una realidad que cambió hace muy pocos años. Ahora, bien ¿qué le ofrecen este modelo de cárceles a estos jóvenes?. Todas las cárceles, aunque las pinten de colores o le pongan música ambiental, es una estructura de violencia y un mecanismo de castigo, que las sociedades han creado para aquellos que sobrepasan lo legalmente tolerable. Esa estructura de violencia e imposición que pasa por variados aspectos: la vida cotidiana de la prisión, su organización, el relacionamiento de los presos y los guardias, o entre los presos entre sí, su estructura arquitectónica y todo lo que compone la vida en la prisión. Se agrega a ello, el problema de la sobrepoblación en las cárceles que es casi una moneda corriente en nuestro país. Falta de infraestructura, se gasta mucho dinero en su mantenimiento pero los resultados al parecer no son muy positivos. Difícil tema el de la delincuencia, como se da en el Uruguay, donde la población carcelaria es mayormente de jóvenes de entre 18 a 25 años, y se da por una marginalidad extrema. El principal problema de las cárceles en los paises sub-desarrollados, según los estudiosos del tema, es que las cárceles son escuelas de delincuencia, en estas instituciones no se rehabilitan personas. Aumenta el número de presos, sin embargo la delincuencia crece aún mas. Mas cárceles no solucionan nada. Solucionar primero los orígenes del delito: pobreza, ignorancia y desigualdad de oportunidades en una sociedad injusta. Lo demás es malgastar recursos para aparentar que se combate la delincuencia . El problema carcelario siempre es el último en la agenda, sólo a los afectados directamente les importa, el resto de nosotros preferimos pensar que no existen. Un problema bastante serio y de difícil solución pero no imposible. Consideramos que el problema es básicamente de la estructura social y económica, como así también de la educación. Debemos mejorar nuestros sistemas educativos, debemos hacer que los niños y niñas se sientan útiles, responsables y con ganas de superarse . La crisis carcelaria de estos países no tienen solución dentro de las mismas estructuras de ese sistema. Se necesita terminar con todo el estado de injusticia social, y económica de estos tipos de gobiernos. El problema no está en las cárceles, el problema es afuera, en la sociedad, en el sistema que obliga a delinquir para subsistir, las cárceles son solo el reflejo de los males que afectan a la sociedad. El problema final son las cárceles pero en definitiva es la pobreza que excluye a los pobladores del país . Quizás el problema no es como mejorar las cárceles.... el problema es evitar que haya tantos presos... una sociedad que genera tantos delincuentes está enferma, por definición. El problema sería cambiar la manera de pensar de nuestras sociedades enfermas, hacia formas más naturales de vivir, que originen menos frustración.- Las cárceles son en definitiva el eco de lo que sucede en una ciudad. Si las cárceles están llenas es porque algo en la sociedad está andando muy mal.