El programa radial “Con voz de pueblo” que se transmite todos los domingos, a partir de la hora 11 y 15, por 88.9 FM Nativa, recibió el pasado 3 de mayo la visita del Demógrafo Guillermo Macció con quien se intercambiaron opiniones sobre el Uruguay de hoy.
-Nosotros desde AVANZAR, venimos de alguna forma batallando contra toda una forma del modelo económico-político-social. Lo cuestionamos porque viene arrasando con nuestro país y nos hace sentir que estamos vivenciando un momento histórico donde la situación de los uruguayos se deteriora día a día.
Macció - A mí no me gusta usar adjetivos más bien me gustan los sustantivos y no tengo duda en decir porque lo he dicho antes que el país, Uruguay, se nos va de las manos. ¿Qué quiero decir con que se nos va de las manos?. Quiero decir que cada vez más los ciudadanos uruguayos tienen menos posibilidades de regir los propios destinos del país. Se nos va de las manos porque vendemos indiscriminadamente el territorio nacional. Porque de una manera privilegiada y oscura se conceden porciones de territorio con enajenación de soberanía, me estoy refiriendo a las zonas francas. Las zonas francas son porciones de territorio, que el estado uruguayo concede a privados para que dentro de la zona se haga cualquier clase de actividad industrial y productiva exonerada del control de soberanía, exonerada de todo tipo de impuestos, son territorios extra-nacionales. Y es más grave ahora porque hay concesiones de zonas francas para una sola empresa como es el caso de Botnia, como es el caso de Ence y como podrán ser otras plantas procesadoras de celulosa. Es decir el Estado le concede un espacio de territorio donde el Estado se declara que no va a intervenir y que lo va a exonerar de todo tipo de impuestos. Esa parte es como que se arrienda un pedazo de país sin fecha para que se haga lo que quiera. El mercado de tierras está abierto a quien lo quiera comprar por el solo hecho de dar el precio justo. El precio justo no es el del productor agropecuario del Uruguay sino el que se cotiza en el mercado internacional. En Alemania la hectárea de tierra cuesta U$S 30.000, por lo tanto el alemán que compra acá a U$S 15.000, compra a mitad de precio que en Alemania., para él es una “ganga” y puede comprar toda la tierra que esté en oferta. Luego el Estado que permite la venta renuncia a cualquier control sobre lo que va a hacer con la tierra, que puede hacer desde nada, tener la tierra como reserva de capital para generar plusvalía, de las más puras teorías fisiocráticas del pensamiento francés o puede hacer cualquier implante. Si consigo un certificado de aptitud forestal, puedo plantar 5, 10, 15, 20000 hectáreas de eucaliptos; y el Estado en ese caso, además, le premia exonerándole de todo tipo de impuestos. El Estado en la ley forestal renuncia a que alguna vez el Estado uruguayo vaya a cambiar esa ley. Se nos va de las manos.
- Esa es una situación que siempre la hemos emparentado con el modelo económico neoliberal, que paulatinamente va degradando nuestra sociedad, sin que nosotros la lleguemos a comprender.
Macció- Pero el Estado neoliberal acá se pasó de raya, porque el estado uruguayo lo permitió, porque en Chile hay estado neoliberal puro, en Estados Unidos hay estado neoliberal puro, en Perú hay estado neoliberal puro, y podría dar infinidad de ejemplos; pero en esos estados neoliberales puros, hay restricciones del Estado para preservar una cosa elemental que es la integridad territorial del país. En Chile no cualquier sujeto puede comprar tierras porque hay tierras que son de preservación de soberanía y no se pueden vender, en México para comprar tierra usted tiene que tener acreditada residencia. En los Estados Unidos la tierra no se puede vender así nomás, que es el país que tiene la mayor cantidad de tierra en manos del propio Estado, porque el Estado no es tan tonto y no es tan corrupto como para permitir vender su propio territorio, porque es la base, pues una nación sin territorio se convierte en un pueblo nómada.Acá ha sido al revés, se estimula por parte de todos los gobiernos, sin excepción, de vender el territorio porque se dice que trae inversiones, esto es falso, porque el propietario hace con la tierra lo que se le da la gana, el Estado renuncia a intervenir sobre el uso de la tierra y sobre el uso del agua.
- Además esos capitales no vienen solo, vienen con los transgénicos, con la Monsanto.
Macció- Ese es el otro paso, la tierra que la compra el extranjero, primera fase (absolutamente medieval) es la compra para preservar capital, la guarda porque sabe que la tierra por ser un bien escaso, va a seguir aumentando de precio. Después viene la inversión donde ya la tierra no es considerada como un bien público sino como una mercancía, entonces el que la compra lo hace para explotarla degradándola caso típico de la soja o del monte forestal, donde en realidad lo que voy a producir es materia prima para llevármela al país de origen y producir el papel allá y de acá me llevo la tierra, el agua y el chip de madera, que deja muy poco salario, porque son actividades que ocupan escasa mano de obra; con alta tecnología que importo sin pagar un centavo de impuesto. Es un modelo perverso, de degradación de la sociedad uruguaya y de la propia integridad territorial del país. Podrían ser juzgadas las personas que han intervenido como traidores de la Patria sin ningún escrúpulo.
- Hablemos de la situación de la tierra en nuestro departamento, porque sabemos que no escapa a la realidad.
Macció- La tierra en San José cae dentro de la generales de la ley, campo que se vende en San José lo compran los neozelandeses o los colombianos, porque son los únicos que pueden pagar 10, 12, 13, 14000 dólares la hectárea, qué productor nacional puede disponer de ese capital para producir qué para que se convierta en rentable. Es simple, en consecuencia, por ley del mercado libre de tierra, sin intervención del Estado la tierra necesariamente va pasando a inversores extranjeros. Lo he repetido mil veces que la tierra y el agua son los dos único bienes que no se pueden producir, y en consecuencia lo que está es escaso y el capital, aunque parezca mentira, es excedente en el mundo, sobra capital; no lo tenemos nosotros, los tienen otros. Yo con ese capital, si el Estado mira para otro lado, tierra que se vende, tierra que se compra. En consecuencia todo productor pequeño, mediano o grande que disponga vender la tierra en el departamento de San José está expuesto a que la compre un inversor extranjero. No va a traer nada el capital, va a comprar la tierra y con esa plata el propietario va a comprar uno, dos, tres apartamentos o la va a colocar en el exterior con lo cual la plata vuelve a salir del país y se va a hacer una planta industrial que va a estar exonerado de impuestos y va a dar poca mano de obra; es decir vendemos otro pedazo de patrimonio. San José tiene además otro problema: es uno de los departamentos mejor dotados por la naturaleza para la producción agroalimentaria, es decir producción de alimento humano proveniente de la agricultura. Y la gente que viene a invertir no viene a invertir en ello porque es una producción de alto riesgo, de gran esfuerzo y de gran cantidad de mano de obra. Al inversor le interesa inversión de especulación.
- Y no tenemos reglamentación.
Macció- Y no tenemos ninguna reglamentación que diga lo que hay queplantar o lo que no hay que plantar.
- Para eso el candidato Mujica ha dicho que lo puede hacer mejor … o que sabe hacerlo mejor, será como Pacheco… “podemos volverlo a hacer”.
Macció- El candidato Mujica no puede hablar, porque él fue Ministro de Ganadería y Agricultura, 5 o 6 meses y dejó escombros en la realidad agropecuaria del país. Sus antecedentes no tienen un certificado de buena conducta, sus antecedentes de gobernante son un certificado de mala conducta y a las pruebas me remito. Yo lo voté a Mujica y dije este hombre puede hacer algo por el campo, sin embargo hizo todo lo contrario a lo que prometió. Mucha gente está desesperanzada. No entiendo cómo hay gente que quiera elegirlo como presidente cuando es una persona que además tiene una inestabilidad emocional y lo hace poco confiable. Èl dijo; ”como te digo una cosa te digo otra”, quiere decir que no es constante en sus dichos. “El pez por la boca muere”, él ya está muerto si le prestáramos atención a lo que dijo.
- Enfrente al escenario planteado por los partidos tradicionales y por este Frente Amplio que ha profundizado el mismo modelo de aquellos y con mayor grado de traición, está la Asamblea Popular con sus herramientas.
Macció- La herramienta de la Asamblea Popular es desarrollar con toda la fuerza, con todo el talento que hay la definición de una política de seguridad alimentaría, que es lo más importante, eso tendrá varios escalones, desde cuestiones de la tierra, de la producción, de los subsidios. Pero el Uruguay hoy está colgado de un gancho en el vacío porque no tiene seguridad alimentaria, que quiere decir que el Uruguay no es capaz de asegurarle la alimentación a la ciudadanía durante un año, tan precaria es la situación que antes de pensar en grandes estrategias tenemos que pensar en lo que hace un hombre primitivo, asegurarse el alimento para mañana. El Uruguay no tiene una política alimentaria que asegure que vamos a tener todo el espectro de alimentos cárnicos, lácteos y cereales asegurado en una crisis mundial alimentaria. Las dos variables estratégicas que hoy se manejan en el mundo son la seguridad alimentaria y la seguridad energética (saber con qué vamos a mover al país).Para ninguna de las dos no hay propuestas desde otros partidos y la Asamblea Popular acometerá su tarea en seguridad alimentaria y seguridad energética, otras cosas vendrán después.
- Gracias Macció por estar con nosotros y por sus aportes para la discusión diaria con el vecino.
Macció- Exactamente, el vecino tiene que saber qué va a comer mañana, y con qué va a iluminar y calefaccionar su casa.
- Y cómo van a vivir sus hijos y sus nietos
Macció- Eso ya es mucho más, pero primero él; en este barco que se hunde el primero que tiene que salvarse es el jefe de casa, porque mal puede pensar en la seguridad de sus hijos si no tiene asegurada la propia, es más presente que futuro. No tendremos futuro si no aseguramos nuestro presente, es así de grave la situación, acá y en el resto del planeta.
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