Históricamente las Comisiones de Fomento han tenido gran ingerencia en el mantenimiento de la Escuela Pública. Lo curioso es que cada vez más, se encarga de la obtención de fondos para cubrir gastos de contratación de auxiliares, de mantenimiento de los edificios, para salidas didácticas, adquisición de material didáctico, gasto de teléfono y demás, cuando siempre pensamos que esto se iba a revertir por estos tiempos.
En sus inicios las responsabilidades de las Comisiones de Fomento fueron acercar a los niños a las escuelas, es decir hacer cumplir a los padres con la obligación de educar a sus hijos. Paulatinamente y ante la obligatoriedad de la educación, esta función se fue disipando y fueron afianzándose todas aquellas que hacen a lo económico. El apoyo de las Comisiones de Fomento han sido baluartes imprescindibles en este tema, ante la ausencia de apoyo estatal.
Lo paradójico de la situación es que, ante la reforma tributaria, si una Comisión tiene un auxiliar contratada deberá pagar más por los aportes, ya que exoneraciones existentes con anterioridad, se han eliminado. Igualmente paradójico es que también tengan que hacerse cargo del gasto de teléfono. Será porque no es un servicio imprescindible en un lugar en el que se atienden niños, seguramente ninguno tendrá un problema de salud o una emergencia. Tema que enoja bastante cuando se sabe que existen tantos abusos en el uso del teléfono, por ejemplo en otros organismos de gobierno.
Ahora también se han incrementado los trámites que las Comisiones tienen que efectuar para poder funcionar. Este año se ha solicitado que se presente un Certificado Notarial, con los gastos que implica: honorarios de un profesional y timbres correspondientes.
¨¡Se imaginan una escuela rural, con 7 u 8 alumnos para afrontar ahora todo este gasto económico!.
No hay comentarios:
Publicar un comentario