Es tiempo de que hagamos las cosas en serio.
Uruguay debe estar dentro de los países más singulares del planeta. En él vivimos apenas tres millones de personas y en él poseemos enormes riquezas naturales. Sin embargo, no hemos podido encontrar como población, -hasta ahora, soluciones reales a todos los problemas que nos aquejan. Se suceden los malos gobiernos, primero blanco y colorado, ahora frenteamplistas y nuestro paisito está cada día más “embretado”. Debemos cifras astronómicas a organismos financieros internacionales, a personas que nunca conocimos ni conoceremos o lo que es peor, cada día somos más extranjeros en nuestra propia tierra. Las decisiones fundamentales que debemos asumir como pueblo están muy alejadas de nosotros y son encaradas por representantes que precisamente eso es lo que no son-, ya que nos entregan como nación y terminan solo siendo intermediarios obedientes entre el norte desarrollado y colonialista con nuestros pueblos pobres y subdesarrollados. ¿Hasta cuándo seguiremos permitiendo esto?. ¿Hasta dónde somos capaces de hipotecar nuestro futuro, el de nuestros hijos y el de nuestros nietos?. ¿Qué pueblo tan cobarde somos?. Ya vendrán los tiempos electorales. Los blancos y colorados a hablar de lo que harán, -pero que no hicieron en 150 años. Los frenteamplistas a prometer que nos irá bien ????, si los votamos un período más. Ambos son las dos caras de la misma moneda. Este gobierno no hizo más que profundizar el camino iniciado por sus antecesores. Se atrevió a más, y lo que es peor ninguno de ellos va a revertir el camino. En este país cuando se habla por ejemplo de reforma tributaria, no es más que mejores mecanismos para saquearle el bolsillo al que trabaja. ¿Alguien piensa que blancos, colorados o frenteamplistas, van a dar marcha atrás con estas medidas luego de los excelentes resultados económicos que les brindó y lo bien que quedaron ante los organismos financieros internacionales?. En este país cuando se habla de inversiones, solo importa los millones de dólares que traerá alguna multinacional. ¿O acaso alguien nos preguntó si queremos otra pastera más?. Sin embargo ya tenemos a Portucel en el este. ¿Alguno de estos gobiernos la va a sacar?. Ya está demostrado que Botnia brinda miles de empleos menos que los que destruyó. La tierra, nuestra verdadera riqueza, “nuestro petróleo”, día a día pasa más a manos extranjeras en propiedad y explotación, ¿alguien hoy con capacidad de decisión ha tomado medidas serias en contra de ese sentido?. En este país cuando hablamos de reforma de educación, de salud, o privatizaciones estatales, -que este gobierno nos ha hecho conocer muchas-, siempre ha sido en beneficio de unos pocos y en detrimento de la mayoría. En este país cada día llenamos más las cárceles con una franja acentuada de jóvenes. Cada día que pasa se incrementan los cinturones urbanos de pobreza producto de un exilio en nuestra propia tierra. Sin embargo nuestras fronteras siguen abiertas al liberalismo capitalista cruel, saqueador, sin que nadie le ponga freno. Este gobierno que se anunció progresista y de izquierda quedó abrazado al discurso nostálgico de unos “viejos charlatanes baratos”, que no se atrevieron de fondo a mirar a su propio pueblo. Miraron y viraron para otro lado. ¿Dónde está todo lo que se había prometido?. ¿Qué poder adquisitivo de los uruguayos aumentó?. Estamos en un país con crecimiento demográfico casi cero. ¿Cómo lo vamos a sostener en el futuro cuando hemos exportado miles de nuestros mejores hijos?. Crecen las exportaciones en carne ¿a dónde van esas divisas si los frigoríficos no son nacionales?. El productor de fondo recibe casi nada de esa ganancia. ¿A quién beneficia todos estos tratados de libre comercio que se están firmando, si nuestra industria nacional sigue pobre y desmantelada?.
¿Hasta cuándo, como pueblo, estaremos esperando para cambiar nosotros verdaderamente el rumbo?.
Ya es tiempo que nos dejemos de tanto intermediario y asumamos como pueblo mecanismos más directos de participación. Reformemos la Constitución, no para ver quien se va a reeligir, sino para eliminar representantes y sin ellos verdaderamente achicar el costo del Estado. Instrumentemos mecanismos de democracia directa, como existe hoy más de un país europeo y desarrollado. Propongamos por ejemplo una Reforma Constitucional que elimine el Senado. ¿Cuánto nos sale por mes cada Senador?. ¿Sabemos nosotros como pueblo que mientras hay jubilaciones que no llegan a los $1800, tenemos senadores que tienen para gasto de celulares $ 2861 por mes?. ¿Sabemos que un Senador de la República tiene un sueldo nominal de más de $90.000?. ¿Sabemos que ese mismo senador gana por gastos de representación más de $ 15.000?. Además una Partida por pago de secretarios parlamentarios por $ 66.000, una partida por pago de secretarios de sectores de hasta 3 integrantes $ 49.000, partida para pago de secretarios de sectores de hasta 4 o más integrantes $ 15.000 por senador, partidas para gastos de prensa $ 12.340 por Senador. Un pro secretario gana más de $ 77.000. con gastos además de representación por más de $ 12.000. Los Diputados ganan muy parecido. Un país vecino como Brasil tiene un senador cada más de 1.950.000 habitantes, mientras que Uruguay tiene uno cada 100.000 habitantes. Un diputado en Brasil se considera cada 300.000 habitantes y en Uruguay cada 31.830 personas. Mientras que Brasil tiene promedialmente un gobernador cada 6.000.000 de habitantes, Uruguay tiene un gobernador o intendente cada 165.866 habitantes. Propongamos una Reforma Constitucional que además nos suministre la capacidad de instrumentar un Referéndum revocatorio para todos los cargos electivos. Adjuntésmole la posibilidad de eliminar los grandes centralismos de los partidos políticos creando Movimientos o Sectores autónomos regionales o departamentales, que respondan por los diputados, representantes más cercanos de la población. Incorporemos la posibilidad de plebiscitar el uso de los recursos naturales como el agua, la tierra, la minería, etc. y sus formas de explotación de los mismos y que tales decisiones de la población no se puedan revertir luego por otros artilugios. Porqué no estudiamos seriamente el tema militar, para mantener sólo la defensa de nuestro espacio aéreo, marítimo y las fronteras terrestres, eliminando el resto, tecnificando y dignificando la función y la carrera con recursos dignos para los militares. Creemos que solo así, más la eliminación de los miles de cargos de confianza que aumenta con cada administración , significarán un fuerte golpe a estos poderes estructurados sobre la base de los recursos de todos nosotros pero que muy pocas soluciones nos traen. Hagámoslo al menos hasta cuando podamos revertir esta mala situación económica. Hagamos con los cargos representativos como hace cualquier familia uruguaya cuando no puede llegar a fin de mes y recorta gasto y se priva de miles de cosas. Hagamos del Uruguay un país serio.